lunes, 28 de mayo de 2012

DE LA VISION PERSONAL DE SU DERROCAMIENTO...


"Desde el primer momento (del seundo gobierno) pude expoerimentar la contumaz y recalcitrante resistencia de las agrupoaciones adversarias, para perturbarme en la accion.

No tuve nunca una palabra de reproche en ningun sentido, sino de las mas altas concitaciones para el bien de la nacion; y nunca tome medidas, ni envie al Congreso proyectos o mensajes que no llevaran impreso el sentimiento de solidaridad nacional; ni tampoco me senti incluido a buscar el concurso (de otros poderes) por medio artificiosos, prefiriendo acaso el vacio o la negativa en l labor comun, porque toda mi accion fue siempre apertura de principios y doctrinas.
El congreso retardo la apertura del periodo de sesiones ordinarias, convirtiendo la tarea que los anhelos publicos de todo orden de labores reclamaban, en una larga, inusitada y esteril discusion politica, en terminos tan inapropiados como nunca se produjeron en el Congreso Argentino, para resolver la subsistencia o insubsistencia de los titulos de Senadores de San Juan y Mendoza cuyos gobiernos habian sido intervenidos por ley surgida del Congreso mismo.

Con cuyas actitudes y la propaganda de la prensa connivente se buscaba irritar y exacerbar a todos sus elementos para comprometer la señalada decision del gobierno de no verse expuesto por medidas de ordenacion publica a actitudes represivas o de violencias (...) por lo que entre la licencia contenida violentamente o la licencia con todas sus procacidades, y entre la prensa reprimida por justas medidas o la prensa desenfrenada contra el gobierno, preferi como siempre la impunidad. Asi he dejado que el abuso de libertad se derivara en lo arbitrario, en lo insultante y agresivo, tanto mas que lo que se queria y se notaba visiblemente, era llevarme al ejercicio de un gobierno de sangre y fuego, como desgraciadamente fueron los habitos del pasado, en lo cual no incurrire jamas, por mis propias modalidades y por el deseo de inculcar e inducir a esos elementos a una mejor cultura y civilidad, como lo he pregonado siempre y es atributo de la nacion.
Fue asi que nunca  y en ningun caso o circunstancia alguna se arresto a nadie, ni se suspendio un diario, ni se establecio estado de sitio, ni se tomo la menor medida coercitiva, no obstante el maremagnum de rebeldias, diatribas y procacidades conjuradas contra el gobierno, como calculadas medidas para desfigurar la psicologia fundamental de sus capacidades y orientaciones en el legitimo y legal desempeño de su mas lata cultura y civilizacion humana.

Pero, una gripe descuidada en la labor que sin tregua me absorbia, habia agravado mi salud llevandome al borde de la vida, por lo que tuve que delegar el gobierno, y al dia siguiente, cuando me encontraba en el mas algido estado congestivo, llego a mi casa el ministro de guerra interino, doctor Gonzalez, quien me hizo comunicar que habiendose levantado el jefe y los cadetes de la escuela militar, mas una parte del cuerpo de comunicaciones, viniendo en marcha hacia la ciudad, habia tomado medida para reducrilos.pero que al saber esto el vicepresidente en ejercico del gobierno lo habia llamado y delante de varias personas que se encontraban con el, le habia comunicado que no haria fuego sobre esas fuerzas, no consentiria en que se hiciera, ni se tomaria ninguna medida sobre ellas, y al efecto habia dado contraorden a los cuerpos de la Capital Federal levantando bandera de parlamento al mismo tiempo, lo que habia causado en esas fuerzas un verdadero desconcierto. La impresion que me causo esa noticia, solo dios me dio la vida para sobrellevarla, lo sabe.

Le hice decir al ministro que de inmediato fuera al arsenal y alli me esperase-y levantandome enseguida como pude, me dirigi a La Plata contra la opinion de mis medicos, que me pronosticaron que me moriria en el camino- ; y en el momento de tomar las medidas para trasladarme con las fuerzas de La Plata al arsenal, a imponer desde alli el desarme, me comunico el ministro que, habiendo llegado los generales Justo y Arroyo a nombre del General Uriburu, haciendole saber que el Vicepresidente habia entregado el Gobierno, le intimaba que el hiciera lo propio con el arsenal, porque de lo contrario procederia inmediatamente a bombardearlo; y que ante semejante amenaza de aspectos tan fatales, que veia inminente, pues los aviadores ya evolucionaban por encima y sintiendo tan inmensa responsabilidad, habia resuleto entregarlo, dejando que el jefe del Arsenal lo hiciera y antes de retirarse con los jefes y oficiales que lo acompañaban, habia reunido ante el director general de todos los jefes y oficiales que resguardaban el arsenal, quienes acataron en todo momento las ordenes dadas, manifestandoles que se complacia en dejar constancia de ello y guardarla el mejor recuerdo.

En tal caso, ante el cual cambiaba la faz de los elemtos de resistencia y ante el infortunio a que improviso se veia impedida la nacion exponiendose a una contienda que sorprenderia al mundo que nos mira, cualesquiera fueran los resultados, estadno felizmente en mi mano evitarlo, asi lo hice, a dios infinitas gracias. conserve todas las claridades de mi espiritu para hacer lo que debia en el momento decisivo sin pedir ni convenir nada y con la inmensa satisfaccion de no haber hecho derramar sangre humana, que fue siempre mi primera preocupacion en las visicitudes de la vida, y para no sombrear con esos horrores las divinas y celestiales fulguraciones que habia expandido por todos los ambitos del mundo.

No podia ser mi resolucion ni vacilante ni condicional en ningun sentido para dar toda la significacion propia de los moviles que me determinaron a asumirla, y pensando que, aunque hubiera que realizar nuevas comprobaciones democraticas en sus legales ejercicios, era un rasgo generoso e hidalgo evitar los sacrificios irreparables, para convertirlo en acontecimientos de honrosa enseñanza, en los escenarios de la vida publica"
Hipolito Yrigoyen 

martes, 1 de mayo de 2012

DE LA POLITICA EXTERIOR...EN LA 2DA PRESIDENCIA...

En el terreno de las relaciones exteriores, Yrigoyen mantuvo los lineamientos trazados durante su primera gestion. La politica activa y altiva que postulaba se hizo manifiesta, particularmente en el campo de las relaciones internacionales.
Desde un comienzo marco distancias en cuanto a los EE UU, una forma de señalar su disconformidad con la politica intervencionista en la region del Caribe, en ese momento exacerbada y donde la figura legendaria de Augusto Sandino enfrentaba al imperialismo norteño. Cabe señalar un hecho generalmente olvidado: Yrigoyen dejo sin cubrir durante casi todo su mandato el cargo de embajador en Washington, vacante desde el llamado al pais de nuestro representante, Manuel Malbran.
Los informes del embajador norteamericano Bliss dan cuenta cabal de estas actitudes. Este afirmaba "Me han traido varias versiones en el sentido que el nuevo mandatario es inamistoso y que haria lo que este a su alcance para deteriorar nuestra posicion en el mundo y disminuir nuestra posicion comercial en la Argentina. Aun no estoy en condiciones de afirmar cuanta verdad hay en estas opiniones pesimistas".

En el mismo despacho expresa haber detectado la existencia en nuestro pais de cierto desagrado y desconfianza hacia los Estados Unidos, estado de animo que predomina particularmente en los adictos a Yrigoyen. De este descarta la posibilidad de favores, y agrega "Hasta podemos pensar en obstaculos en el camino de nuestros legitimos negocios" . Señala como indicativos de lo que puede esperarse en los proximos seis años la actitud del senador Diego Luis Molinari y la del diario La Epoca en realcion con los intereses de la Standard Oil. Sugiere, en consecuencia, la adopcion por el Departamento de estado de todas las medidas posibles para evitar que el gobierno de Yrigoyen aproveche la delicada situacion latinoamericana para lanzar filipicas contra los Estados Unidos, y se trata por todos los medios de lograr el reconocimiento de sus intenciones conciliatorias.

"La psicologia de los argentinos es de una naturaleza tan particular, poco comprendida en Estados Unidos, que un acto normal, justificado en cualquier parte, produce aqui reacciones de lo mas desfavorables"

Asimismo al informar el embajador al secretario de Estado Kellog sobre las gestiones para lograr la adhesion argentina al Pacto Antibelico Briand-Kellog, le relataba que el gobierno de Alvear, que fenecia, no se atrevia a plantear su ratificacion ante la frialdad del partido triunfante en los comicios, expresada por un comentario del diario La Epoca (01/04/1928). Dias mas tarde, el Senado aprobaba el pacto, pero con la oposicion radical, cuyo vocero fue el senador Molinari, en terminos sumamente duros, lo que hacia dificil su aprobacion en Diputados, donde el radcalismo contaba con amplia mayoria. Molinari se habia preguntado: "¿Pueden ser valederos esos propositos de paz de Mr. Kellog, cuando las tropas norteamericanass estan en un pais del continenete?".
La preocupacion del diplomatico aumentaba ante el posible reconocimiento, por parte de la Argentina de la Union Svietica, ya que se conocia la opinion favorable del mencionado senador, considerado uno de los principales assores de Yrigoyen en materia de politica exterior.

Bliss expresaba sus dudas al secretrario de Estado: " No me aventuraria a predecir lo que hara Yrigoyen al respecto. Es un hombre reservado. Se podria decir tan misterioso que es imposible obtener alguna informacion sobre cuales son realmente sus sentimientos. Hay indicios que señalan su determinacion a aislar a la Argentina, en lo que sea posible, de los organismos internacionales y sus alianzas" (11/10/1928). Lo grave para los Estados Unidos era que la actitud Argentina, sin ser concertada, determinaba una posicion igualmente negativa porparte de Brasil y Chile. Poniendo punto final a la expectativa, Yrigoyen ratifica personalemnte al embajador su posicion a la incorporacion argentina, por considerarla una ratificacion, por el no compartida, de la doctrina Monroe, con sus implicancias lesivas para el resto de las naciones iberoamericanas. Tampoco enviaria Yrigoyen representantes a la Conferencia de Conciliacion y Arbitraje , realizada en Washington ni ratificaria los acuerdos panamericanos de La Habana de 1927.

En diciembre de 1928 se produjo la visita del presidente electo de los Estados Unidos, Herbert Hoover. Sera esta la oportunidad para que Yrigoyen fijase claramente su posicion antiintervencionista, que haria seguramente meditar a su ilustre visitante, quien, por cierto, impulsaria un cambio en las relaciones, protagonizadas finaljmente por su sucesor Franklin D. Roosevelt, con su politica del "buen vecino" . "Yrigoyen planteo la preocupacion del gobierno Argentino y  de todos los gobiernos de america del sur por el desconocimiento de la soberania de aquellos paises en los que los intereses de los ciudadanos de la Union no fuesen, ajuicio de los interesados, suficientemente protegidos por las leyes y autoridades locales. Expuso tambien la gravedad de la tesis internacional que hacia peligrosa la incorporacion de capital privado norteamericano" y le pregunto si esa posicion constituiria una doctrina y principios definitivamente incorporados a la politica de EE UU. Hoover le respondioo quie si bien su pais se habia visto obligado a intervenir, lo habia sido solo en defensa de las vidas de sus ciudadanos, por razones circunstanciales, y "que ello no significaba que esos conceptos fuesen una doctrina aceptada por el gobierno de la Union, ni mucho menos por el pueblo norteamericano que repudiaba categoricamente la politica intervencionista... y que podra declarar que esa politica habia cesado". En 1929, al innaugurarse el servicio telefonico entre ambas naciones Yrigoyen recordara a su interlocutor, en una frase sincera que : "LOS HOMBRES SON SAGRADOS PARA LOS HOMBRES Y LOS PUEBLOS PARA LOS PUEBLOS"...